Acabo de llegar de vacaciones. Como muchos sabréis, vivo en Berlín y desde el primer momento tuvimos claro que haríamos vacaciones durante el invierno Berlinés. El invierno aquí se puede hacer largo. No tanto por el frío, pero sí por la oscuridad. Pocas horas de luz y escasas veces el sol se deja ver. Así que pensamos que durante el invierno podríamos irnos a un lugar caluroso y de playa, de forma que rompíamos con el gris invierno berlinés haciéndolo así más corto y llevadero. Finalmente nos fuimos a Mexico y, más concretamente, a la zona de la Rivera Maya, donde hemos pasado dos semanas. No fue por ninguna razón concreta, simplemente era uno de los pocos sitios que nos aseguraba el clima que buscábamos por el presupuesto que disponíamos.
Una vez decidido el destino pensé que sería bueno ver de primera mano qué afectación estaba teniendo en la zona la colaboración entre el gobierno del estado de Quintana Roo y el club. ¿Nos conocería más la gente? ¿Vería nuestros colores en algún lugar? ¿Algún mexicano convertido a perico?
El segundo día cogimos un taxi para volver de Playa del Carmen a nuestro hotel y, como la gran mayoría de gente que hemos encontrado, el taxista se mostró una persona amable y con ganas de saber qué pensábamos de la zona. Dentro de esta conversación salió el tema del fútbol comentando: “Hace unos pocos días leí la noticia que el estado de Quintana Roo ha llegado a un acuerdo de colaboración con un equipo español“. Al hombre se le veía contento y orgulloso que el estado y la Rivera Maya pudiesen tener visibilidad y vender marca en España. Era una buena noticia para él. El problema vino cuando no me supo decir el nombre de ese club de fútbol y le tuve que decir que era el Real Club Deportivo Espanyol, club del cual yo era aficionado y socio.
Días más tarde íbamos paseando cuando pasando por unos tenderetes de artesanía el vendedor nos llamó la atención para ver sus productos y, cuando supo que éramos españoles, nos soltó el tan manido: “¿Barça o Real Madrid?”, a lo que yo le contesté: “Ninguno de los dos. De hecho, soy aficionado del único equipo de la liga española que tiene acuerdo de colaboración con el estado de Quintana Roo”. Se le abrieron los ojos: “¿Ah, si? Pues no sabía nada. Espera que mi compañero seguro que lo sabe“. Llamó a su compañero, el cual tampoco sabía nada.
Les enseñé una foto que tengo con mi amigo Jorg donde los dos estamos posando con la camiseta de Cancún. Mientras tanto mi mujer buscó la noticia donde salían los representantes del estado Quintana Roo y del Espanyol con una camiseta con la marca Rivera Maya estampada en el centro. Se les abrió los ojos a ambos, se les puso una sonrisa de oreja a oreja y dijeron: “¡Que alegría! ¡Nos van a conocer en España!“. Ese día ambos se fueron a casa más felices sabiendo de la internacionalización de su tierra.
En una tercera ocasión cogimos otro taxi en el cual terminé hablando de fútbol también con el taxista. Me comentó que, en general, en Mexico la gente se divide entre los que simpatizan con el Barcelona y los que simpatizan con el Madrid, pero que él no soportaba a ninguno de los dos. Que seguía la liga española y que conocía a nuestro club. Pero no tenía ningún tipo de constancia de que hubiese ningún acuerdo entre el estado de Quintana Roo y el Espanyol.
Desconozco el acuerdo al que llegaron ambas partes, pero era una oportunidad muy interesante para darse a conocer fuera de las fronteras. Con la pasión que sienten también los mexicanos por el fútbol y la pasión que sienten por su tierra es una oportunidad importante para ganar simpatizantes allí. Yo pude ver en primera persona lo contentos y orgullosos que se sentían de saber que su nombre y su marca estaba siendo exportada y paseada por España. Pero también me sentí bastante triste y decepcionado de ver que ninguno de los que me crucé tenía conocimiento del club que había detrás del acuerdo.
Probablemente tuve mala suerte y me crucé con algunos de los pocos que no leen las noticias o no tenían esta información, pero me volví con un mal sabor de boca de otra oportunidad mal aprovechada. Me tuve que conformar con ver nuestra camiseta (ver foto de cabecera) colgada en un Sports Bar, junto con el resto de camisetas de los clubs de La Liga.