Todo el mundo está en shock, cabreado, indignado,… después de las declaraciones de Quique en las que encendió el ventilador y comenzó a repartir por todas partes. Obviamente él se colocó detrás del ventilador, antes de encenderlo, para que no le salpicase nada. Y parece que el principal foco de la indignación de las críticas son sus declaraciones donde califica de “proyecto fantasma” al proyecto deportivo del Espanyol.
Quique es un fantasma si pretende culpar a todo el mundo de las últimas dos temporadas del equipo, sin querer asumir su parte de culpa. Es un rancio que nunca supo implicarse ni, mínimamente, empatizar con el club ni nosotros, la afición. Un sobrevalorado que llegó con aura de crack y sólo ha sabido ofrecer un fútbol soso y ramplón. Mentiroso por haber formado parte de la farsa desde el primer momento, sabiendo que no había proyecto y rastrero por querer ahora enmerdar a todo el mundo y salir él indemne.
Podemos criticarle muchas cosas e indignarnos por todas ellas, pero lo que no podemos es indignarnos porque diga que el Espanyol tiene un proyecto fantasma. ¿Que acaso no es cierto? ¿Que no es algo que hemos criticado multitud de veces? Si nosotros mismo lo hemos criticado no podemos indignarnos cuando lo dicen otros.
“En tres años lucharemos por entrar a la Champions”. Ese tercer año es el que empieza ahora y estamos más que lejos que luchar ni por la Europa League.
“Ya nunca venderemos por necesidad”. Parece ser que a Gerard Moreno lo hemos tenido que vender por necesidad.
¿Alguien ha salido a explicarnos algún proyecto? ¿Sabemos a qué jugamos y por lo que luchamos? ¿Tenemos algún objetivo de ir a Europa en los próximos X años? ¿Cómo lo vamos a intentar conseguir? ¿Se va a invertir y apostar por la cantera? ¿A nivel económico y social sabemos dónde queremos estar y cómo vamos a llegar?
No, no se sabe de eso, porque sí, tenemos un proyecto fantasma.
Dicho esto, esperemos que Quique esté hasta ahora lo más lejos posible del Espanyol.
Leave a Reply