DISCLAIMER: Antes de empezar a escribir el post quiero dejar claro que no he visto ningún partido del Espanyol hasta el momento. Vivo en Alemania, más concretamente en Berlín, por lo que el estadio de Cornellà me queda lejos. No tengo televisión en casa y la opción de ver los partidos por Internet no me atrevo. Alemania es un país que persigue muy duramente la piratería y no me arriesgo a que me llegue una carta para que pague unos 900€. En resumen, mi seguimiento de los partidos se resume a leer lo que se escribe en Twitter, leer crónicas y ver resúmenes. Aviso para que quede claro mi sesgo en la opinión que viene a continuación.
Cuando llegó Quique al Espanyol no recibí el fichaje con mucha efusividad. En ese momento no me pareció el entrenador para el nuevo Espanyol que nos estaban vendiendo. Paco Jémez tampoco. Pero a medida que fueron llegando los fichajes y la temporada iba avanzando me fui convenciendo poco a poco.
La primera temporada creo que podemos estar casi todos de acuerdo que no fue mala. Hubo fichajes que rindieron a un gran nivel, el equipo hizo un buen papel (aunque no todos los partidos fueron buenos) y, aunque no fuesen opciones reales, si que tuvimos opciones matemáticas de ir a Europa hasta muy cercano el final de temporada.
Al finalizar la temporada pasaba comentaba que la debería hacer buena la presente. Y así lo pienso. Si queremos y nos creemos este nuevo Espanyol que nos vendieron, cada temporada debe ser mejor que la anterior y hay que ir subiendo el listón poco a poco. Probablemente a un ritmo más realista del que nos dijeron al principio, pero obviamente in crescendo, temporada tras temporada.
Pero estamos en esta segunda temporada de esta nueva era y parece que el equipo no acaba de despegar. Se juega el mismo juego ramplón que se jugó, en muchas ocasiones, la temporada anterior pero con menos intensidad. Jugadores que estuvieron a un gran nivel la temporada pasada ya no lo están en la actual. Y los resultados no llegan. Y el equipo está abajo y Quique ya ha dicho que el objetivo es estar entre el 7 y el 15, cuando siempre se habló entre los 8-10 primeros.
Pero lo más preocupante es ver que es un patrón que se repite continuamente. Lotina, Valverde, Pochettino, Sergio, ahora Quique y, probablemente, alguno más que me olvide. Todos tienen en común un mismo patrón y es que tienen 1 ó 2 temporadas buenas, que el equipo rinde a un gran nivel, incluso acariciando posiciones europeas, y la siguiente temporada se produce un bajón y una desidia importante.
Si fuese de forma puntual. Pero cuando parece ser un patrón que se repite me cuesta creer que el problema sea siempre el entrenador. El Espanyol ha sido siempre un equipo en el que ha sido cómodo jugar. Sin muchas exigencias, sin grandes aspiraciones, sólo dejar pasar las temporadas en primera mientras nos salvamos de la quema. Tenemos más dinero, somos un club más vendedor que comprador, podemos tener y, sobre todo, retener jugadores que antes no podíamos. Pero poco más ha cambiado.
Se respira cierta pasividad y desidia en la directiva del club. ¿Qué pasa en el club? ¿Qué falta para ser más ambiciosos?¿Qué pasa dentro para que parezca que haya este patrón de bajo rendimiento en el equipo?
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