Hace aproximadamente un año y medio Mr. Chen llegaba a nuestras vidas, llegó con sus yenes para, a largo plazo, hacernos grandes. Si la memoria no me falla, la apuesta era quedar entre los diez primeros este año y llegar a Europa en los próximos tres años.
Todas las situaciones tienen un contexto y nunca puede uno intentar entender dicha situación sin entender el contexto que la contiene. ¿Y cuál era nuestro contexto? Veníamos de hacer temporadas infumables e infames, no sabría decir cuántas. Veníamos de una situación de quiebra técnica donde el peligro por descender era cada vez mayor. De tener una deuda que el club no podía soportar. De estar jugueteando más de lo que nos gustase con el descenso, luchando muchas temporadas por evitarlo hasta las últimas jornadas.
En ese contexto llega Mr. Chen, sanea el Espanyol, sube el presupuesto del club, pone 15 millones para fichar jugadores que, hasta ese momento, no nos podíamos permitir y nos dice que en tres años tenemos que estar en Europa. Obviamente, la ambición crece, nos trempamos y nos emocionamos todos. La situación que tantas veces habíamos soñado, esa situación que todos creíamos impensable, se hace realidad. En muy poco tiempo podemos pasar de ser un club mediocre (sí, aunque duele mucho leerlo y más decirlo, éramos un club mediocre) a ser uno de los referentes de la liga española. ¿Y a quién no le gusta cómo suena todo esto? Pero esto no nos tiene que hacer dejar de ser realistas. Hay que ser ambiciosos, pero que esa ambición no nos haga pasar la delgada línea que hay con la irrealidad.
No voy a entrar a valorar al equipo a nivel técnico, nunca ha sido mi intención porque no soy la persona más indicada.
Seamos realistas, a falta de siete jornadas para que acabe la liga estamos en una situación que ya hubiésemos soñado las temporadas anteriores. Probablemente el equipo aburre y la Copa fue un fracaso rotundo pero, creo, que el objetivo para esta temporada era asentarnos y dar un paso adelante para estar tranquilos en la primera mitad de la tabla. A estas alturas de temporada, estamos haciendo la segunda mejor temporada que hemos hecho desde la liga de 3 puntos. Si seguimos este ritmo, para mí esta temporada no habrá sido mala y habremos cumplido objetivos. Eso sí, el año que viene habrá que ser más ambiciosos e intentar dar otro paso adelante.
Y hablando de realismo, he leído mucha gente que, para atacar el estilo de juego que hace el Espanyol, los compara con equipos como el Leicester del año pasado o Las Palmas de esta temporada. Dos equipos que, en sus respectivas ligas, están en posiciones por debajo nuestro pero se alaba su estilo de juego, aunque no les sirva para nada, en el caso de Las Palmas. Si queremos ser ambiciosos, si queremos hacer algo en esta Liga, hagámoslo bien. Yo no quiero ser el Leicester o Las Palmas de turno, el primero que sí, ganó una liga, pero ahora está abajo y el segundo que, sí, juega muy bien pero no le sirve para estar más arriba de media tabla. Yo quiero parecerme a un Sevilla o un At. Madrid, dos equipos que ya han demostrado su calidad y estabilidad para estar temporada tras temporada luchando en las primeras posiciones.
Totalment d’acord amb tot el que dius. És molt difícil trobar l’equilibri.