Gran temporada decepcionante

Sí lo sé, el titular puede sonar un poco ambiguo, pero es tan ambiguo como los sentimientos que tengo por la temporada que acaba de terminar (sí, queda todavía un partido, pero para nosotros ya ha terminado) y como los sentimientos que, seguramente, tienen la gran mayoría de pericos. Ha sido una gran temporada pero con una sensación final de decepción y fracaso que es inevitable sentir.

Si hace 9 meses, en el mes de agosto, con la temporada por comenzar, nos dicen que íbamos a estar gran parte de la temporada en puestos europeos, incluso durante muchas semanas en puestos Champions, que íbamos a hacer una gran primera vuelta, que íbamos a estar jugándonos la clasificación europea con Sevilla y At. Madrid y que perderíamos todas las opciones en la penúltima jornada de liga… Si hace 9 meses nos dicen esto, casi todos los pericos hubiésemos dicho que era una gran temporada. Con nuestro presupuesto, con la situación económicamente tan delicada que tenemos y sin grandes cracks, la hubiésemos catalogado de una temporada muy buena. Pero como se dice: “y si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta”. En esta vida nada es absoluto, todo es continuo y relativo y todo cambia en función del tiempo y las circunstancias.

La primera vuelta fue increíble e ilusionante para todos. La pasamos entera en las alturas, incluso muchos partidos en Champions y generando una distancia con los puestos que no daban opción a Europa de hasta 8 puntos. En este momento, todo cambia. Los planes, propuestas y expectaciones de inicio de temporada se resetean y esperamos algo más, lo que el equipo nos ha enseñado que se puede conseguir. Queremos Europa, soñamos con Europa, podemos con Europa. Pero después de una gran primera vuelta, la directiva decidió atacar por la espalda y vender a dos titulares de la defensa: Víctor Ruíz y Dídac Vilà, enviando un mensaje a afición y, principalmente, a los jugadores de que la clasificación Europea era lo que menos les importaba. Cuando cualquier otro equipo apuesta por mantener el bloque o reforzarlo, ellos apostaron por debilitarlo. Eso sumado a la plaga de lesiones ha resultado en una segunda vuelta decepcionante y desilusionante donde, jornada tras jornada, perdíamos todas las opciones por clasificarnos para Europa.

Al final hemos terminado donde la directiva quería, fuera de Europa, lo que le da a ellos la tranquilidad y excusa para poder vender a jugadores importantes por cuatro duros (como ya nos tienen acostumbrados) y decirnos, por n-ésima vez, que la temporada que viene será una temporada de transición, una “travesía por el desierto”. Tanta mediocridad no debe ser buena. Tanta improvisación no es buena. Por eso, a pesar de todo, el sentimiento de decepción cada vez es mayor. Por eso estoy cabreado y me siento engañado, estafado y menospreciado por esta directiva. Por eso creo que con esta directiva no llegaremos nunca a ninguna parte. Han conseguido grandes cosas para nuestro club, pero también han conseguido demostrarnos que son una directiva mediocre sin ningún tipo de ambición. El desierto está siendo demasiado largo y cualquier día no encontraremos ningún oasis.

No necesito títulos para ser feliz. No necesito ganar 20 títulos en un micro-segundo para sentirme orgulloso de mi equipo. Sólo necesito lucha y ambición, algo que esta directiva no tiene. Sólo quiero transparencia de lo que pasa en el club, que no se nos engañe siempre. Por eso, aunque sé que es difícil, vuelvo a decir: DIRECTIVA DIMISIÓN !!! Queremos gente preparada y con ambiciones.

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