Hay un tema que hace mucho tiempo le doy vueltas a la cabeza y que me cuesta encontrar una respuesta. ¿Porqué suelen gestionarse los clubs de fútbol tan mal, cuando los presidentes y directivos suelen ser importantes empresarios? Si me fijo en mi equipo, veo que tenemos como a presidente al dueño de una de las conserveras más importantes del territorio nacional, en cambio, veo cómo está gestionando nuestro club y se me ponen los pelos de punta y me horrorizo. No me lo imagino generando, en su empresa, una deuda de 165 millones de euros o un déficit de más de 6 millones. Tampoco me lo imagino comprando materia prima más barata o maquinaria más sencilla para controlar gastos. Sí que lo veo controlando costes por otro lado, pero sin perder la calidad y el servicio del producto final.
Pero no sólo es el Espanyol, es que también está el At. Madrid del productor cinematográfico Enrique Cerezo. El R. Madrid de Florentino Pérez y sus deudas galácticas. El Barcelona del famoso empresario hotelero. Y muchos más que no conozco ni recuerdo. ¿Qué hace que una persona que preside o dirige correctamente su empresa no sepa hacer lo mismo en un club de fútbol? No creo que sean muy diferentes.
A la única conclusión que he llegado, es que los presidentes de fútbol suelen ser personajes populistas. Les gusta el clamor popular y se dejan llevar por la opinión pública. No me imagino a un dirigente empresarial tomar una decisión importante en su empresa en base a la opinión del clamor popular. Si tiene que recortar costes lo hará, si tiene que echar a alguien lo hará, si tiene que hacer un producto nuevo o dejar de fabricar otro lo hará. En cambio si que me veo a un presidente de un club de fútbol fichando o vendiendo en función del estado de ánimo de los socios. En definitiva, en vez de tomar decisiones con el sentido común o la lógica empresarial, las toman con el termómetro del pueblo.
Sin ir muy lejos, nuestro presidente, hace unos años tuvo la opción de vender a Raúl Tamudo al Villareal por unos 10 millones de euros. Se dice que la decisión estaba tomada y Tamudo iba hacia Villarreal. En cambio, Tamudo sigue aquí, ¿porqué? porque desde la masa social se pidió que se quedase, porque el socio de a pie no veía fuera a su capitán. No analizaré si la no venta de Tamudo fue una buena decisión o no (ahora sería muy fácil hacerlo), pero si que analizaré que fue un gran error tomar una decisión amparándose en el clamor popular.
La foto que acompaña esta entrada lo dice todo. Los presidentes, en general, son seres populistas. Son personajes que, por encima del fútbol como deporte y el fútbol como negocio, les gusta el fútbol como actividad de masas. Les gustan las mongetadas, les gustan las peñas, les gustan los palmeros y que les aplaudan en las Juntas de Accionistas, hasta con las orejas. De ahí que sean grandes empresarios, pero pésimos dirigentes de fútbol.
Yo al principio también pensaba que era por el populismo, pero ahora tengo cada vez más claro que es por los inmensos negocios que se gestan en los palcos de los clubes. Y no sólo en los de los dos grandes de la liga, sino también en equipos como el nuestro.
Aún así, admito que son muchos los presis a los que les gusta más una foto con el populacho que a un tonto un lápiz.
Sólo hay que ver lo que era Conservas Dani antes del 1997 y lo que es ahora.
Pero si nos ponemos a repasar a los Gil, Caneda, Gaspart, Pitterman e incluso Dani, veremos que algunos con educación y otros no, algunos showman y otros no, algunos con más ansias de protagonismo que otros, pero al final todos son presidentes de cara a la galería que lo único que buscan es el aplauso del público. Dani mismo cuando se le silva va a dimitir, cuando se le aplaude se queda un año más. Eso sí, podemos dar gracias que de todos es el más discreto y educado.
Pero lo que dices está claro, todos buscan el negocio que consiguen en los palcos.