Para estrenar mis entradas en el blog, me rememoraré a, aproximadamente, un año antes del famoso gol de Tamudo (09/06/2007, jornada 37), es decir, exactamente al 06/05/2006, que se jugaba, también, la jornada 37 de liga.
En aquella jornada, también se jugaba un Barcelona – Espanyol, en el Camp Nou, donde uno de los dos equipos no se jugaba nada y el otro se jugaba todo. Es decir, lo mismo que pasaría el año siguiente, con la diferencia que en ese 2006 el Barcelona era el reciente campeón de liga y el Espanyol se jugaba su futuro en la categoría (la siguiente jornada fue la famosa y milagrosa de la R.Sociedad)
El ambiente que había alrededor de ese partido era lúdico-festivo, ya que se festejaba el campeonato de Liga recientemente conseguido. Nadie, absolutamente nadie (ni prensa, ni radio, TV, aficionados,…) le daban importancia a lo que significaba ese partido para el Espanyol. Lo importante era que el Barcelona ganase el partido para festejar el título conseguido. Todo el mundo sabemos cómo terminó todo. El Barcelona ganó 2-0 y el Espanyol se jugó la vida en la jornada posterior contra la R. Sociedad. Durante todo el partido el Espanyol tuvo que jugar con la presión añadida de los ya tan famosos gritos de “A segunda, a segunda”
Hasta aquí todo normal. La afición local de cualquier equipo siempre gritará cánticos que pongan nervioso y condicionen al rival (y más todavía si el rival es enemigo tuyo). La rivalidad entre ambas aficiones hace que la afición del Barcelona se alegre de los males del Espanyol. Los jugadores del Barcelona son unos profesionales que se deben a su entidad y tienen que ganar todos los partidos, independientemente de lo que se jueguen y del rival que tengan delante. Al finalizar el partido, todo el entorno barcelonista era una doble fiesta, se habían matado dos pájaros de un tiro: se había festejado el título y se había casi herido de muerte al rival ciudadano. Todo dentro de una rivalidad futbolística competitiva.
Las ligas no se ganan, ni se pierden en una jornada. Y la categoría tampoco se consigue o se pierde en una jornada. Es la suma de toda una temporada y no podemos esperar, en ningún caso, que ningún equipo nos haga un favor y menos si se trata de un rival ciudadano.
Pero, ¿porqué el año siguiente no se entiende que los pericos celebren el gol de Tamudo? ¿No podemos celebrar los buenos resultados de nuestro equipo, aunque no se juegue nada? ¿Porqué los periodistas que lo del 2006 lo encontraron todo normal, el resultado del 2007 lo consideraron como sacrilegio, blasfemia y un espíritu poco solidario de todo el espanyolismo? ¿Porqué es más lícito que un culé celebre el descenso del Espanyol a que un perico celebre que el Barcelona no gane una liga? ¿Porqué tenemos que perdir perdón por un gol que lo único que hizo fue poner la puntilla a una mala temporada del Barcelona, pero nadie pide perdón por 2 goles que nos podrían haber bajado a segunda?
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